La línea de producción en la que se montan los SEAT León ha tomado un rumbo inesperado, pasando de ensamblar varios miles de vehículos al día a fabricar respiradores asistidos para colaborar con el sistema sanitario en plena crisis del COVID-19.
El desarrollo de estos dispositivos se ha llevado a cabo durante la última semana por un equipo de 150 empleados de distintas áreas de la compañía, creando hasta 13 prototipos a partir de piezas y componentes disponibles en los almacenes de stocks de piezas de la propia factoría.
“La motivación de todas las personas que participamos en este proyecto es ayudar de la manera que nosotros sabemos, que es fabricar en serie un equipo, esta vez para salvar vidas”, según Nicolás Mora, del área de Producción de SEAT Martorell.
La pieza principal de los respiradores que se están produciendo en la cadena de montaje de SEAT es el motor del limpiaparabrisas, al que se le han añadido distintos engranajes de las cajas de cambios de los León y algunas piezas impresas en 3D para hacer que todo encaje insuflando una brisa de esperanza a toda esta crisis sanitaria.
El proyecto final recibe el nombre de OxyGEN, y ha sido diseñado en colaboración con Protofy.XYZ. Para hacerlo realidad, la marca ha transformado una de las líneas de montaje de la factoría de Martorell, en la que 150 empleados dan forma uno a uno a estos nuevos respiradores.
Cada respirador está formado por más de 80 piezas, en cuya fabricación y ensamblado se aplican los más altos niveles de calidad y esterilización para garantizar la máxima fiabilidad y seguridad en un área tan sensible como es la sanidad.
Antes de enviar los primeros respiradores a la primera línea de la lucha contra la COVID-19, uno de estos respiradores está siendo sometido a una prueba de homologación de larga duración.
Cuando esta prueba de homologación concluya, comenzará el envío de las primeras remesas con destino a UCI y hospitales de campaña que se han montado por todo el país.
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