Amigos feliz 29 de Agosto y con ello nos referimos a el día del Gamer, esperamos que todos pongan una pausa a la realidad y le den play a nuevos mundos.
Por ellos les dejamos 10 videojuegos sobre coches que no se pueden perder.
Out Run (1986)
Seamos sinceros: este clásico de salas de máquinas no era una maravilla de juego. Se trataba solo de acelerar en tu descapotable rojo con tu rubia al lado y tratar de llegar al check point antes de que se acabara el tiempo y tuvieras que meter mas dinero para seguir jugando. Y sin embargo incluso los que no son tan gamers lo recuerdan con cariño. Sería por el ambiente playero, por poder elegir tu música (siempre Passing breeze por supuesto) o simplemente porque cualquier juego pasado nos parece mejor.
Test Drive (1987)
Ferrari Testarossa, Lotus Esprit Turbo, Chevy Corvette. El Test Drive original tenía todos los coches con los que un preadolescente de los años 80 pudiera soñar. Aparte de eso, el juego tenía poco más que una carretera de dos carriles en los que esquivar el tráfico, tratar de que la policía no te multara y sobre todo, evitar que el cuentarrevoluciones no subiera demasiado o, por alguna razón, la luna delantera estallaba. Que coraje daba eso.
Stunts (1990)
Este juego en alucinante 3D de la época era tan extraño que quizá no lo recuerdes (¿pero alguien lo recuerda, verdad? ¿No?. Con píxeles gordo, el objetivo del juego era ganar a los demás coches en circuitos con loopings y hasta saltos sobre edificios. Pero el bonus extra lo daban las repeticiones desde varios ángulos y la posibilidad de crear tus propias pistas. ¡Y menudas pistas! Que hayamos terminado en el periodismo después de demostrar tales dotes para la ingeniería y el diseño, es todo un misterio.
Super Mario Kart (1992)
Difícil encontrar un juego de coches con más fans de todas las edades. este titulo tienen ya varios juegos en el mercado de hecho Nintendo o a dejado a ninguna de sus consolas sin algún Mario Kart, el más reciente Mario Kart 8 en la Switch supera al original en todos los aspectos. Pero qué le vamos a hacer, somos unos románticos y nos quedamos con el clásico en 16-bits: los caparazones, las cascaras de plátano, las monedas, la ira que te quedaba cuando te adelantaban en la última curva… tantos recuerdos.
Micro Machines (1993)
Probablemente el juego más heterodoxo de la lista, pero también el más divertido. ¿Conducir un F1 por una mesa de billar? ¿Una lancha motora en la bañera? ¿O un jeep por la mesa del desayuno? Check, check y check. Nuestra Mega Drive echaba humo con las frenéticas partidas manejando estos rapidísimos mini vehículos en escenarios a tamaño real y con una cámara cenital que funcionaba a las mil maravillas y no hemos visto mejorada en ningún otro juego de conducción hasta la fecha.
Gran Turismo 2 (1999)
Desde luego, la primera parte supuso un antes y un después en los juegos de coches, pero si me obligas a elegir– me quedo con este porque la experiencia al volante es aún más alucinante y supera a su antecesor en casi todos los aspectos. Más coches, más modos de juego y más horas de tu tiempo invertidas en llenar tu garaje con los casi 650 coches disponibles. ¿el único detalle? Si no tenías un volante en casa, no le sacabas todo el jugo a la experiencia. Aún estamos esperando que los Reyes nos traigan uno, por cierto.
Crazy Taxi (1999)
Una jornada de trabajo de taxista no parece material de primera para un juego divertido, ¿verdad? Recoger pasajeros, dejar pasajeros, juntar mucho dinero. Pero si le añades una flecha verde, un temporizador y unos cuantos minijuegos, te sale un arcade de lo más resultón. Una banda sonora punk te acompaña mientras tratas de llevar a tus clientes lo antes posible de destino en destino cruzando parques, aceras y lo que se te ponga por delante. ¡El taxista loco siempre a su servicio!
Need For Speed: Most Wanted (2005)
Un mundo abierto para explorar –y ser perseguido a toda marcha por la policía– en vez de simplemente aburridos circuitos donde competir, era el gran atractivo de este título. Las carreras contra los jefes, el motor gráfico renovado, un argumento bien hilado y suficiente tuning como para convertir cualquier coche en portada de revista automotriz.
Rocket League (2015)
¿Coches jugando al fútbol? La verdad es que era una idea tan ridícula y a la vez tan genial que podía funcionar. Y vaya si lo hizo. Estos autos locos desafían la ley de la gravedad en partidos frenéticos de 5 minutos para hacer catapultas infernales con el tubo de escape y marcar golazos mecánicos. Divertido, adictivo y customizable hasta el infinito. Tienes que probarlo.
Forza Horizon 3 (2016)
Con un equilibrio perfecto entre simulación y arcade, Australia está a tus pies para cruzarla con más de 350 super cohes y con montones de cosas para descubrir por el polvoriento camino. Carreras por sorpresa, áreas ocultas, campeonatos con los amigos, matrículas y sonidos de claxon personalizados, un modo Hot Wheels muy padre y hasta un zepelín gigante hacen de este juego la experiencia definitiva de conducción y libertad al volante.