El sistema de suspensión del automóvil está formado por varios elementos -principalmente amortiguadores, rótulas, bujes y resortes- todos encargados de mantener las llantas del automóvil en óptimo contacto con la superficie del camino.
El objetivo de la suspensión del automóvil es absorber las irregularidades del terreno, mantener el óptimo contacto entre vehículo y el suelo, así como garantizar la comodidad de los pasajeros.
Para asegurar un manejo confortable y seguro, aún en condiciones adversas de terreno, se deben detectar con anticipación fallas, desgaste en la dirección y en la suspensión trasera y delantera.
El buen funcionamiento del sistema de suspensión del automóvil evita el desgaste irregular de las llantas y permite un desplazamiento estable, otorgando mayor seguridad y comodidad de viaje al conductor y pasajeros.
Problemas que puede presentar el desgaste de la suspensión del automóvil:
- Daños graves en el sistema y otras partes del vehículo
- Perder el control durante el manejo ante lluvia, curvas, etc.
- Complicaciones en el frenado